martes, 4 de octubre de 2011

¿Por qué?

Siempre está en el mismo rincón oscuro, sola, y llora y llora pero nadie sabe por qué, puede que ni ella misma lo sepa. Y mientras tanto el tiempo pasa rápido como el viento y se escapa como una sombra entre sus dedos antes de que se dé cuenta. Los segundos, los minutos, las horas, los días pasan... Sin embargo nada cambia: sus ojos siguen inundados, tristes, fijos en la lejanía, y sus ojeras cada día son más grandes, aún más marcadas que el día anterior.

¿Pero no ves el mundo que te rodea? ¡No todo es negro, no todo es dolor! Entonces, ¿por qué no paras de llorar?