La conciencia tranquila. Mente en plenas turbulencias que en lenta agonía se va calmando. No hay culpas, no hay posibilidades; tal vez ni siquiera esperanzas. De nada sirve entregarse a un dolor que no va a servir para nada más que para desgastarte hasta reducirte a una sombra de ti mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario