lunes, 15 de abril de 2013

Sobrevivir

"Todo es cuestión de sobrevivir" recuerdo que me dijo. Pero, ¿sobrevivir a qué? Tan sólo se trata de vivir, de disfrutar al máximo esos momentos juntos sin forzar las cosas. No es cuestión de vida o muerte, aunque el amor te haga nacer y morir mil veces sin que lo puedas remediar. Quizás sobrevivir es superar los miedos, lanzarse, ser valiente, no desperdiciar tu tiempo, arriesgarte, emocionarte... 

"O tal vez sobrevivir sea vivir tu vida. Sobrevivir a toda costa y por encima de los demás sin importarte nadie ni nada más que tú mismo" me decían unos ojos que miraban impasibles la decepción y tristeza de los míos a la vez que se alejaban dejándome una lección dura e importante sobre el mecanismo de este mundo en el que vivimos.




Elige tu manera de sobrevivir, pero que a ser posible dañe lo menos posible a los que te rodean o la ola expansiva de dolor que causas un día te acabará alcanzando.




Un hecho

La conciencia tranquila. Mente en plenas turbulencias que en lenta agonía se va calmando. No hay culpas, no hay posibilidades; tal vez ni siquiera esperanzas. De nada sirve entregarse a un dolor que no va a servir para nada más que para desgastarte hasta reducirte a una sombra de ti mismo.

viernes, 12 de abril de 2013

Soñar es gratis

Recién llegado de fiesta, acabado, borracho, con ganas de tirarte en la cama  y no salir jamás por el cansancio y el alcohol, por la tristeza que arrastras... 

Pero eso no es lo peor, lo peor es darte cuenta de que aún en plena embriaguez le sigues buscando entre la gente, que cuando llegas a la cama esperas verle en ella, que te coja de la mano, que te dé un abrazo. Siempre olvidas esa primera lección tan  útil en la vida: soñar es gratis  y libre, pero eso no significa que tus ilusiones se vayan a hacer realidad. 

Pero eso aún no es lo más duro, lo que realmente te rompe es darte cuenta de que ya no esperas que nada cambie, que te has conformado con esas ausencias y noches cubiertas en vela, llenas de humo y de ganas de olvidar. 

Y olvidas la segunda lección: de ilusiones no se vive.




Mañana ni te acordarás de todo esto, sólo tendrás un amargo sabor de boca, como si te faltase algo y no llegases a comprender el qué. Y rumiarás sobre los motivos del silencio, de la cobardía.


lunes, 8 de abril de 2013

A punto

Rigidez. Tirantez en el alma. Cadenas en las alas. Lágrimas. Entumecimiento de los sentidos. Soledad. Miedo. Dudas. Insomnio. Negrura.

Te pones la coraza, pero demasiado tarde. Ya sólo queda locura, ausencias, sinsentidos, gritos, silencio, frío, vacío. 

Tú sin armadura: indefenso, desgastado, a punto de romper.


sábado, 6 de abril de 2013

Puede

Puede que hoy no tenga mil sonrisas para compartir, que no sea yo, que hoy tan sólo mi sombra se muestre, que sea un montón de máscaras tras las que esconderse. Tal vez sea la gacela que arremete contra el león, sin muchas esperanzas pero con una valentía surgida de la locura desgarradora, suicida. Algunos me tacharán por esto de demente, inconsciente e irresponsable, pero a veces en la perdición está la salvación.

Quizás todo esto no sea más que un desvarío más, dicen que no todo tiene por qué tener sentido. Es posible que todo se reduzca a eso: la demencia infinita del mundo, la locura de una vida, de un amor, de un beso, de un sentimiento, de agonías y penas. 




miércoles, 3 de abril de 2013

Ciegos nos movemos

El corazón lanzándose sin más de cabeza a la piscina; mientras, la cabeza preguntándose por qué te tiras, si el agua estará muy fría o si después podrás salir airoso de la situación. 

Pongamos que sólo haces caso al corazón en sus impulsos. Y supongamos que te enamoras, que te corresponden y que tras aguantar un largo Sálvame Deluxe (el infierno hecho realidad televisiva) llega tu película preferida. Digamos que has vuelto a vivir la vida y ya no dejas que sea ella la que te lleve por donde quiere. Tampoco ves el mundo con los mismos ojos, lo ves con una ilusión e inocencia renovadas, con un querer aprender a vivir de nuevo y lejos de la soledad... Ves a esa persona, ese alma antes tan perdida como tú que te devuelve la mirada con tanto mimo acariciándote aún sin tocarte y te ves reflejado en sus pupilas, en sus gestos...

Llegados a este punto quizás ya estés en blanco porque estés sobrepasado por los sentimientos. O quizás aparezca la voz de tu racionalidad, que desbordada por las emociones te susurrará que te has enamorado.

Pongamos que hubieses seguido a tu parte menos sentimental y más pensadora. Entonces verías que esa persona te cae bien, que tenéis muchos temas de conversación en común, que coincidís en una cantidad sorprendente de cosas y le ves un día, le ves dos, le ves tres... Llegará el momento en el que te darás cuenta de que, de una mantera inexplicable, una parte de tu felicidad depende de su presencia en tu día a día (tu parte racional, escandalizada, intentará buscar vías de escape).

Notarás que sin esa persona los días son aburridos, los momentos fríos... Poquito a poco el corazón irá ganando terreno y tu parte más objetiva y pensadora se irá retirando porque ella de sentimientos no entiende. Al final  esa parte racional se dedicará a intentar describir cómo es la rosa más bella a un ciego, pues en el amor y en la tristeza todos somos ciegos: no vemos, sólo sentimos, y ciegos nos movemos sin saber qué ocurrirá pero esperando siempre lo mejor.


martes, 2 de abril de 2013

En la cueva de Alí Babá

Ese virus que nos emponzoña la imaginación, la alegría o incluso la vida sacando viejos temores, haciendo surgir nuevas pesadillas... Nos hace sentir hormigas en un mundo de gigantes en el que el  porvenir inamovible, temible, lento en su andar y a la vez demasiado rápido se acerca sin que puedas evitarlo. Y tú intentas encontrar la cueva de Alí Babá, decir "ábrete sésamo" y no salir jamás, que esos futuros variables, crueles, indescifrables y temidos no te alcancen, que no adivinen las palabras mágicas que llevan a tu refugio.

A veces no es otra cosa ni más ni menos que la incertidumbre lo que nos mata.