viernes, 12 de abril de 2013

Soñar es gratis

Recién llegado de fiesta, acabado, borracho, con ganas de tirarte en la cama  y no salir jamás por el cansancio y el alcohol, por la tristeza que arrastras... 

Pero eso no es lo peor, lo peor es darte cuenta de que aún en plena embriaguez le sigues buscando entre la gente, que cuando llegas a la cama esperas verle en ella, que te coja de la mano, que te dé un abrazo. Siempre olvidas esa primera lección tan  útil en la vida: soñar es gratis  y libre, pero eso no significa que tus ilusiones se vayan a hacer realidad. 

Pero eso aún no es lo más duro, lo que realmente te rompe es darte cuenta de que ya no esperas que nada cambie, que te has conformado con esas ausencias y noches cubiertas en vela, llenas de humo y de ganas de olvidar. 

Y olvidas la segunda lección: de ilusiones no se vive.




Mañana ni te acordarás de todo esto, sólo tendrás un amargo sabor de boca, como si te faltase algo y no llegases a comprender el qué. Y rumiarás sobre los motivos del silencio, de la cobardía.


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